Todos los aceites esenciales son sensibles a la luz solar, el calor y el aire porque aceleran su proceso de oxidación y reducen su eficacia. Si el aceite esencial de lavanda se mantiene bien tapado, en un lugar fresco y oscuro, puede tener una vida útil de aproximadamente 2 años. Después de ese tiempo, aunque siga oliendo bien, es probable que haya perdido parte de sus propiedades terapéuticas y eficacia. Un aroma diferente al original es una señal de que el aceite esencial se ha deteriorado y debe ser reemplazado por uno nuevo.
Cecilia C. (propietario verificado) –
Es uno de mis aceites esenciales favoritos. Me relaja muchísimo y ayuda con los dolores menstruales.
Kateri B. (propietario verificado) –
Super para el sueño, lo usa mi papá
Anónimo (propietario verificado) –
Aroma muy relajante.
Valeria M. (propietario verificado) –
Me relajó demasiado! Lo volvería a comprar todas las veces que sea necesario para descansar bien!
Anónimo (propietario verificado) –
Genial !!!