El aceite de ricino es uno de los más populares en cosmética natural por su versatilidad y sus beneficios para el cuidado de la piel y el cabello. Se destaca por sus propiedades humectantes y regeneradoras que ayudan a reparar y suavizar la piel seca. Además, sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias lo convierten en un aliado para controlar el acné. También es muy conocido por su capacidad para fortalecer el cabello, las cejas, pestañas y uñas.
El aceite de almendras está compuesto por grasas monoinsaturadas, antioxidantes y minerales esenciales muy beneficiosos para la piel. Ayuda a desinflamar la piel en casos de afecciones cutáneas como resequedad, herpes, dermatitis, eczemas, irritaciones. Otorga brillo y suavidad al cabello. Su gran poder hidratante lo hace ideal para hidratar zonas ásperas de codos, rodillas y pies. Reduce las ojeras. Previene y minimiza las estrías.
El aceite de rosa mosqueta es reconocido por su capacidad para mejorar la apariencia de cicatrices, manchas y líneas de expresión. Es rico en vitamina A y ácidos grasos esenciales que ayudan a regenerar la piel y a prevenir el envejecimiento prematuro. Es ideal para pieles secas, maduras o maltratadas. Humecta profundamente y mejora la elasticidad de la piel, dándole firmeza y luminosidad.
El aceite de jojoba es un gran hidratante para la piel y el cabello. Tiene una estructura química similar a la del sebo humano por lo que regula la secreción de las glándulas sebáceas, evitando el acné y reduciendo la caspa.
Sus propiedades humectantes y revitalizantes lo convierten en uno de los mejores aceites para el cuidado de la piel. El aceite de caléndula es muy útil para tratar irritaciones, dermatitis, eczemas y otras enfermedades cutáneas. Igualmente se usa para mejorar la apariencia del cabello. También es bueno para aplicar en moretones, golpes, contracturas, esguinces y torceduras.
El aceite de neem se extrae de las las frutas y semillas del árbol de nim, oriundo de la India pero introducida en diversas regiones tropicales. Es muy valorado por sus usos medicinales y terapéuticos, por sus propiedades antisépticas, anfúngicas, duréticas, emenagogas, febrífugas, contraceptivas y repelentes.
El aceite de moringa es muy nutritivo por su gran cantidad de fitonutrientes, flavonoides, fenoles y taninos. Contiene vitaminas A y E y ácidos grasos omega 3, 6 y 9, indispensables para la buena salud de la piel. Es ideal para pieles maduras, resecas o con afecciones como dermatitis y psoriasis por su efecto emoliente.
El aceite de aguaje es un poderoso elixir vegetal extraído de la pulpa del fruto de una palmera amazónica (Mauritia flexuosa) conocida por su alta concentración de betacarotenos, tocoferoles y ácidos grasos esenciales. Su riqueza en provitamina A lo convierte en un aliado excepcional para la piel, favoreciendo la regeneración celular, la elasticidad y la protección contra el fotoenvejecimiento. Su textura ligera y rápida absorción lo hacen ideal para hidratar, nutrir y revitalizar la piel seca, madura o expuesta al sol.
Conocido como el oro líquido de Marruecos, el aceite de argán es un tesoro natural rico en ácidos grasos esenciales, vitamina E y antioxidantes. Nutre, suaviza y protege profundamente la piel y el cabello. Gracias a su textura ligera y rápida absorción, humecta sin dejar sensación grasosa. Ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro, mejora la elasticidad de la piel y devuelve el brillo al cabello seco o dañado.
El aceite de pepa de uva contiene una gran proporción de ácido linoleico (omega 6) y linolénico (omega 3), ácidos grasos de gran importancia para la salud de la piel. Su poder antioxidante lo hace en un aliado para luchar contra el envejecimiento prematuro de la piel. Favorece la circulación sanguínea y mejora la elasticidad. Ideal para masajes corporales. También es un buen hidratante capilar, repara las puntas abiertas, reduce el frizz y el encrespamiento.
Este precioso aceite se obtiene al prensar en frío semillas de frambuesa orgánica. Contiene una buena proporción de antioxidantes, como vitaminas A y E, que protegen la piel del envejecimiento prematuro y de los efectos de los rayos solares. El aceite de frambuesa también es rico en omega-3, que lo hace muy recomendable para cuidar pieles delicadas o sensibles.
El aceite de semillas de Maracuyá revitaliza y nutre la piel y el cabello fino o seco. Es rico en Vitamina C, por lo que fortalece la piel sin bloquear los poros, controlando además el exceso de grasa. Tiene un alto contenido de ácidos grasos insaturados, vitaminas y antioxidantes para luchar contra el envejecimiento de la piel.
Su proporción de ácidos grasos esenciales y antioxidantes lo hacen ideal para mantener la salud de la piel. Puede usarse en todo tipo de pieles pero es ideal para las grasas o mixtas. Ayuda a calmar irritaciones, eczemas y otras afecciones cutáneas. Contiene propiedades antiinflamatorias y calmantes que ayudan a aliviar el dolor.
La resina de sangre de grado se usa tradicionalmente para curar heridas y calmar picaduras de insectos, llagas, quemaduras o irritaciones en la piel. En cosmética es muy valorada por sus efectos regeneradores y sus poderosos antioxidantes, para luchar contra los signos del envejecimiento de la piel y prevenir la aparición de estrías.
Por su alto contenido de ácidos grasos omega-9, el aceite de ungurahui con su textura ligera, mejora el cuidado de la piel, aportando nutrientes intensivos y acelerando la reparación de daños. En investigaciones de laboratorio se ha encontrado que el aceite de Ungurahui actúa como un inhibidor de la biosíntesis de melanina, por lo que se usa en tratamientos anti-edad y para disminuir las manchas solares (mezclado con aceite de açai/asaí).
Se obtiene de la pulpa de la palta o aguacate. Es muy rico en omega-6, vitamina E, betacarotenos y fitoesteroles, nutrientes que mejoran la función de barrera de la piel y retrasan el envejecimiento cutáneo. El aceite de palta tiene muchas propiedades para el cuidado de la piel delicada y el cabello maltratado. Humecta y suaviza la piel, seca o sensible. Es ideal para el cabello seco o quebradizo.
El aceite de árnica se obtiene al macerar las flores de árnica en aceite de girasol orgánico. Por sus propiedades calmantes, analgésicas y antiinflamatorias es un aliado para los deportistas. Ideal para usar después del ejercicio. Alivia tensiones en el cuerpo, molestias articulares, dolores musculares o lumbalgias. También combate el envejecimiento de la piel y reduce los hematomas.
La resina de copaiba ha sido utilizada por la población indígena durante siglos, se conoce como «aceite de vida» por todas las vidas que ha salvado en la selva amazónica. Es ampliamente utilizada en la medicina tradicional amazónica, debido a su amplia gama de propiedades farmacológicas, entre las que destacan sus cualidades antimicrobianas, antiinflamatorias y emolientes. Este no es aceite esencial de copaiba, una mezcla o un extracto. Es la resina pura del árbol, triple filtrada.
El aceite de açaí contiene muchos compuestos polifenólicos capaces de atrapar radicales libres y combatir los efectos nocivos del estrés oxidativo y el envejecimiento de la piel. Gracias a su contenido de polifenoles, es particularmente apreciado en el cuidado de pieles maduras, sensibles o estresadas. Ayuda a combatir las ojeras. Este precioso aceite se obtiene al presionar en frío la pulpa de la fruta açaí, conocida como «súper fruta» por su excepcional riqueza en antioxidantes.
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