¿Qué son los hidrolatos y cómo se usan?

En el mundo de la aromaterapia, los aceites esenciales suelen ser los protagonistas. Sin embargo, existen unos productos igualmente valiosos y a menudo subestimados: los hidrolatos. También conocidos como aguas florales o destilados herbales, los hidrolatos son un producto de la destilación de plantas aromáticas. Aunque su aroma y poder son más suaves, en comparación con los aceites esenciales, los hidrolatos tienen grandiosas propiedades beneficiosas para la piel y para el estado de ánimo.

¿Qué son los hidrolatos?

Un hidrolato es un agua aromática que resulta del proceso de destilación de plantas medicinales. También llamado hidrosol, es una solución acuosa que contiene moléculas hidrosolubles de las plantas destiladas.

El término "hydro" proviene del griego antiguo y significa agua, mientras que "lato" es un sufijo que se usa para nombrar sustancias derivadas o que son productos de algo. Por lo tanto, "hidrolato" se podría interpretar como “agua derivada” de la destilación.

Durante la destilación por arrastre de vapor se generan dos productos: los aceites esenciales y los hidrolatos. El vapor pasa a través de la materia vegetal, arrastrando los compuestos volátiles y otros componentes hidrosolubles de las plantas. Al finalizar el proceso, el vapor se condensa, se separa el aceite esencial del agua y se forma el hidrolato.

Los hidrolatos contienen una pequeña cantidad de compuestos aromáticos y otros componentes solubles en agua. La composición de cada hidrolato dependerá de la planta destilada. Pueden contener alcoholes, ácidos, ésteres y otros compuestos orgánicos que contribuyen a sus propiedades y aromas únicos.

Propiedades de los hidrolatos

Los hidrolatos han ganado cada vez más importancia por sus diversos beneficios para el cuidado personal. Aunque contienen una pequeña concentración de componentes aromáticos, sus diversas propiedades terapéuticas y cosméticas los hacen muy versátiles.

Las propiedades de cada hidrolato varían dependiendo de la planta de la que se obtienen. Cada hidrolato tiene un perfil único de compuestos que le otorga propiedades particulares. Entre las propiedades generales de todos los hidrolatos podemos destacar las siguientes:

• Propiedades hidratantes y refrescantes: Hidratan y refrescan la piel del rostro o el cuerpo.
  
  
• Propiedades antisépticas y antibacterianas: Ayudan a limpiar o desinfectar heridas pequeñas y a prevenir el acné.
  
  
• Propiedades antiinflamatorias y calmantes: Reducen la inflamación y el enrojecimiento de la piel.
  
  
• Propiedades astringentes y equilibrantes: Tonifican la piel y son útiles para equilibrar pieles grasas o mixtas.
  
  
• Propiedades regeneradoras y cicatrizantes: Favorecen la regeneración de la piel y la cicatrización de heridas o quemaduras pequeñas.
  
  
• Propiedades relajantes y estimulantes: Pueden ayudar a reducir el estrés o mejorar el estado de ánimo.

Usos de los hidrolatos

Aromaterapia:

Los hidrolatos ofrecen una alternativa más suave para disfrutar de los beneficios de la aromaterapia. Se pueden usar en difusores, ambientadores y brumas de almohadas o baños relajantes.

• Spray ambientador: Los hidrolatos pueden usarse como spray ambiental para crear una atmósfera revitalizante en el hogar o espacio de trabajo.
  
  
• Spray corporal: Utilizados como sprays corporales, los hidrolatos pueden tener efectos calmantes o estimulantes en el estado de ánimo. También refrescan el cuerpo en días calurosos.
  
  
• Baños terapéuticos: Añadir hidrolatos al agua del baño ayuda a relajar el cuerpo y la mente o brindar una sensación de bienestar.
  
  
• Compresas: Se pueden usar en compresas frías o calientes para calmar dolores o inflamaciones.
  
  
• Inhalación: Inhalar el vapor de algunos hidrolatos, mediante difusores o vaporizadores, podría aliviar o prevenir molestias respiratorias.
  
  
• Bruma de almohada: Los hidrolatos son ideales para mejorar la calidad del sueño, al rociarlos sobre la almohada o la ropa de cama.

Cosmética:

La mayoría de los hidrolatos pueden utilizarse como tónicos faciales para hidratar y equilibrar la piel. Son especialmente beneficiosos para pieles sensibles o propensas a alergias. También, son útiles para el cuidado natural del cabello.

• Tónicos faciales: Los hidrolatos son populares como tónicos faciales debido a sus propiedades hidratantes. También ayudan a equilibrar el pH de la piel y a cerrar los poros.
  
  
• Aftershave: Pueden usarse como un aftershave natural para calmar la piel irritada después del afeitado.
  
  
• Tónicos capilares o acondicionadores: Los hidrolatos ayudan a acondicionar o suavizar el cabello maltratado y darle brillo. También pueden aliviar irritaciones en el cuero cabelludo.
  
  
• Ingredientes en cremas, lociones y otros cosméticos: Algunos hidrolatos son parte de muchas cremas y lociones por sus propiedades para hidratar y reducir la inflamación de la piel.
  
  
• Mascarillas faciales: Al mezclarlos con arcillas y otros ingredientes naturales, los hidrolatos sirven para crear mascarillas faciales para nutrir la piel.

Los hidrolatos más populares

Hidrolato de rosas:

Con su aroma suave y floral, el hidrolato de rosas es conocido por sus efectos calmantes que ayudan a reducir el estrés y la ansiedad. Ideal como tónico facial o spray refrescante para el cuerpo. También ofrece propiedades antiinflamatorias y calmantes, que lo convierten en una opción perfecta para pieles sensibles, irritadas o con tendencia a la rosácea. 

Además, su capacidad hidratante y suavizante deja una sensación de frescura y suavidad en el cutis. Es un excelente aliado para equilibrar el pH de la piel. Regula la producción de sebo, lo cual es útil tanto para pieles secas como para pieles grasas. Favorece la regeneración de la piel, combate los radicales libres y previene el envejecimiento prematuro. También es excelente aplicar en la piel enrojecida después de la exposición al sol.

Si quieres saber más sobre el hidrolato de rosas, haz click aquí.

Hidrolato de lavanda:

Tiene efectos relajantes que promueven la relajación. Proporciona una sensación de frescura en la piel, por lo que es perfecto para aplicar en el cuerpo en climas cálidos o después del ejercicio. Puede ser utilizado como tónico facial para limpiar y refrescar la piel.

Ayuda a regular la producción de sebo, siendo útil tanto para pieles secas como grasas. Reduce la inflamación cutánea y alivia irritaciones cutáneas. Tiene propiedades antimicrobianas y cicatrizantes para desinfectar heridas leves y acelerar su curación. Calma quemaduras solares y picaduras de insectos.

Si quieres saber más sobre el hidrolato de lavanda, haz click aquí.

Hidrolato de menta:

Tiene propiedades estimulantes. Su aroma fresco y mentolado aumenta la energía y mejora la concentración. Puede aliviar dolores de cabeza y tensiones, brindando un efecto revitalizante. Su acción astringente contribuye a tonificar la piel, reduciendo la apariencia de los poros y dejando una sensación de frescura.

Alivia el enrojecimiento y la irritación de la piel. Posee propiedades antisépticas y antiinflamatorias que lo convierten en una excelente opción para tratar el acné o calmar las picaduras de insectos. En el cuidado del cabello, este hidrolato es útil para equilibrar el cuero cabelludo y combatir la caspa.

Si quieres saber más sobre el hidrolato de menta, haz click aquí.

Hidrolato de manzanilla:

Puede ser un aliado para reducir el estrés, combatir el insomnio y facilitar el sueño profundo. Es muy beneficioso para pieles sensibles, irritadas o propensas a alergias. Calma irritaciones y es ideal para condiciones como la dermatitis, los eczemas y la psoriasis.

Posee propiedades que ayudan a desinfectar heridas pequeñas y promover la cicatrización. Al usarlo como tónico capilar, calma irritaciones en el cuero cabelludo y mejora la apariencia del cabello. También es útil para reducir la hinchazón y el enrojecimiento de los ojos cansados.

Si quieres saber más sobre el hidrolato de manzanilla, haz click aquí.

Hidrolato de geranio:

Actúa como un regulador natural del estado de ánimo, equilibra las emociones y promueve una sensación de bienestar. Es equilibrante, antiinflamatorio y antiséptico. Tiene propiedades astringentes y tonificantes que ayudan a mantener el equilibrio del pH de la piel y a reducir el exceso de grasa.

Equilibra la producción de sebo, reduce la inflamación y mantiene la piel uniforme. También es útil para aliviar irritaciones cutáneas y mejorar la apariencia de cicatrices o manchas. También fortalece las fibras capilares y estimula el crecimiento saludable del cabello.

Si quieres saber más sobre el hidrolato de geranio, haz click aquí.

Diferencias entre los hidrolatos y los aceites esenciales

Composición y concentración:

La principal diferencia entre los hidrolatos y los aceites esenciales está en su composición. Los aceites esenciales están formados por compuestos liposolubles de los cuales la mayoría son terpenos. En menor medida, pueden contener algunos compuestos hidrosolubles, sin embargo, sus componentes mayoritarios son solubles en grasas, lo que significa que no se disuelven en el agua.

Por el contrario, los hidrolatos están formados por agua y algunos compuestos hidrosolubles de las plantas. Aunque pueden contener trazas de compuestos liposolubles en menor cantidad, en general, sus principios activos son compuestos solubles en agua.

Propiedades y aplicaciones:

Los aceites esenciales tienen aromas más intensos y propiedades terapéuticas más potentes debido a su alta concentración de compuestos orgánicos. Se utilizan en pequeñas cantidades y es necesario diluirlos en un aceite vegetal antes de aplicarlos sobre la piel para evitar irritaciones.

Los hidrolatos, en cambio, tienen un aroma más suave y un poder terapéutico más ligero. Al ser menos concentrados, son más seguros para aplicaciones directas sobre la piel, sin necesidad de dilución previa. Se pueden aplicar directamente en la piel, varias veces al día, incluso en la delicada piel de los bebés.

Proceso de producción:

A diferencia de los aceites esenciales, no se requieren grandes cantidades de materia vegetal para producir hidrolatos. Generalmente, se utiliza solo un kilo de materia vegetal por cada litro de agua para obtener hidrolatos de buena calidad.

Con frecuencia se dice que los hidrolatos son un subproducto de la destilación de aceites esenciales pero, en muchos casos, la destilación se realiza específicamente para obtener estas valiosas aguas aromáticas. Cuando el propósito principal de la destilación es producir hidrolatos, se obtiene un producto de mayor calidad.

¿Cómo elegir un hidrolato de calidad?

Para obtener los mejores beneficios de los hidrolatos, verifica que sean orgánicos para garantizar que estén libres de pesticidas y otros químicos dañinos. También asegúrate de que el hidrolato no contenga aditivos ni conservantes artificiales.

Los hidrolatos tienen una vida útil más corta que los aceites esenciales, por lo que también es importante observar su fecha de producción. Evita comprar hidrolatos que hayan sido producidos hace más de 6 meses, para que puedas aprovecharlos al máximo durante el mayor tiempo posible.

Conservación de los hidrolatos

Por su naturaleza acuosa los hidrolatos son productos delicados, propensos al crecimiento de bacterias, hongos y levaduras. Debido a que se producen a altas temperaturas y su composición es ligeramente ácida, el crecimiento bacteriano se retrasa durante un tiempo. Sin embargo, como no contienen conservantes, incluso bajo condiciones óptimas, los hidrolatos tienen una vida útil limitada.

La mayoría de los hidrolatos tienen una duración de 6 meses a 2 años, dependiendo de la planta de origen y las condiciones de almacenamiento. Factores como la exposición a la luz solar directa, las temperaturas altas y el uso de recipientes inadecuados, pueden acelerar la degradación de sus componentes activos.

Un cambio en el aroma es un claro indicador de que el hidrolato se ha deteriorado. De igual modo, si un hidrolato claro se vuelve turbio o adquiere un tono diferente. La aparición de sedimentos o partículas flotantes en un hidrolato también es una señal de deterioro por contaminación microbiana y por lo tanto, debe ser descartado.

Por seguridad, lo más recomendable es consumir los hidrolatos en un lapso menor a 6 meses, desde su fecha de producción. También es importante mantenerlos envasados en frascos oscuros con atomizador y guardarlos en un lugar fresco o en el refrigerador, para prolongar su duración.