La diferencia fundamental entre un difusor de aceites esenciales y un nebulizador es la manera que se diseminan los aceites. El difusor de aceites esenciales es ideal para crear un ambiente relajante y agradable, utilizando agua para dispersar los aceites en una suave niebla. Esto también añade humedad al aire, promoviendo el bienestar general y siendo perfecto para la relajación diaria. Por otro lado, el nebulizador ofrece una difusión más potente y concentrada de los aceites esenciales sin requerir agua. Esto lo hace ideal para fines terapéuticos específicos o para aquellos que desean una fragancia intensa sin necesidad de humedad adicional en el aire.

La duración segura de funcionamiento de un difusor de aceites esenciales varía según el tamaño del tanque. Sin embargo, puedes dejarlo encendido de manera segura durante aproximadamente 2 a 4 horas continuamente, independientemente del tamaño del tanque. No obstante, se recomienda utilizarlo en sesiones de 30 minutos a 2 horas para evitar que el aroma sature el espacio. Ajusta el tiempo de funcionamiento según tus preferencias y sigue las instrucciones del modelo.

Se recomienda el uso de agua destilada o filtrada en tu difusor de aceites esenciales en lugar de agua del grifo. El agua destilada o filtrada es más pura y ayuda a mantener limpio tu difusor, prolongando su vida. Si optas por agua del grifo, es posible que necesites limpiar el difusor con mayor frecuencia debido a la acumulación de minerales.

Sí, puedes usar aceites esenciales en tu difusor con precaución si tienes mascotas en casa. Tanto perros como gatos pueden tolerar aceites como lavanda o manzanilla, que son lo que recomendamos. Debido a su sensibilidad, sé especialmente cauteloso con gatos. Utiliza solo unas pocas gotas en el difusor y observa las reacciones de tu mascota. Permite que tus mascotas se alejen si lo desean y consulta a un veterinario si tienes dudas sobre su bienestar.